El regreso, después del fin de semana santo, tuvo muchos signos de resurrección. El mismo lunes, a la entrada del colegio, los miembros de la Pastoral estaban recibiendo a los alumnos con globos y huevos de chocolate.

El martes, la capilla del colegio recibió a todos los cursos, desde prekínder hasta 4°, para que cada uno según su edad, escuchara el relato de la Resurrección y reflexionara sobre los signos del resucitado en nuestra propia vida. Los alumnos de prebásica se llevaron como signo de la resurrección, unas campanillas que suenan con el viento y que nos invitan a aquietar el cuerpo y la mente para recibir al Señor. Por su parte, los alumnos de 1° recibieron un dibujo que les recuerda cómo persignarse, los niños de 2° básico tuvieron una caricatura del Padre Nuestro, los estudiantes de 3° un cirio y los de 4° una pulsera roja con la cruz. Todos ellos símbolos de resurrección en sus vidas.  

Los estudiantes de la II Unidad se reunieron en sus salas para reflexionar sobre la pregunta ¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? A la luz de Cristo resucitado escucharon el relato de la resurrección en el evangelio de Lucas, pidieron perdón, recibieron con sus cirios encendidos la luz de Cristo y se comprometieron a construir ambientes de paz.

Mientras, los alumnos de 9° a 12°, celebraron la eucaristía, presidida por el padre David Halm C.S.C y concelebrada por el padre Rodrigo Valenzuela C.S.C, en el gimnasio del colegio.

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