El sábado 2 de septiembre el padre Rodrigo Valenzuela C.S.C celebró la tradicional misa de sanación en la capilla de nuestro colegio. Los asistentes fueron profesores, apoderados, colaboradores, alumnos y familias georgianas congregadas para recibir los óleos santos y la imposición de manos. Esta es una tradición que nos legó el padre Carlos Delaney C.S.C para ocuparnos de la salud del cuerpo y también del alma, para rezar por los enfermos como también para dar gracias por la salud que gozamos.

La sanación está ligada a la Congregación de Santa Cruz a través del testimonio de san Andrés Bessette, hermano que dedicó su vida a curar enfermos y cuya fama se extendió más allá de Canadá, su tierra natal. El padre Carlos Delaney C.S.C tuvo la oportunidad de estar dos veces con san Andrés, ya que su madre y su hermana acudieron a él para ser restauradas en su salud. Ya avecindado en Chile, el padre Carlos instauró las misas de sanación y parte importante de su vida pastoral lo dedicó a los enfermos. Decía que “cuando uno llama o visita a un enfermo no solo el enfermo no olvida, también la familia lo agradece (…) Esta preocupación no es personal, sino de toda la congregación”.

María José Molina, asistente a la misa desde los tiempos del padre Carlos está convencida de que “es una experiencia profunda de fe y confianza en la misericordia de Dios, plasmada en la sanación del cuerpo pero especialmente del alma. Es un momento muy cuidado y preparado por la Pastoral de enfermos que dirigía el Padre Carlos, y que sigue haciéndolo con mucha dedicación y cariño. Es un momento en que se siente la presencia de Dios, a través de los testimonios, la prédica del padre, la imposición de manos y de los óleos del Hermano Andrés, hasta las canciones del coro que crean un ambiente de profundo recogimiento. Es una experiencia sanadora que ayuda a ver la vida con otros ojos, agradeciendo todo lo que he recibido y aprendiendo a sentir la presencia de Dios en los momentos de dolor”.