Una docena de alumnos de 11° de nuestro colegio ya se encuentra en París con ocasión del viaje de intercambio que se hace una vez al año con el Lycée Saint Michel de Picpus, también perteneciente a la Congregación de Santa Cruz. Un momento especial vivirán en la localidad de Le Mans, donde nació la congregación de la mano del beato Basilio Moreau en 1837. Frente a su tumba conocerán las raíces de la espiritualidad y podrán encomendar a su cuidado a familias y compañeros de aula.

Durante dos semanas se alojarán con familias francesas y compartirán cotidianamente con los estudiantes del Lycée Saint Michel. Se trata de una experiencia cultural que ensancha la mirada de los jóvenes, dice el diacono Michael Thomas C.S.C, quien es parte de los adultos que acompañan esta experiencia. Es como conocer un tío, explica, uno sabe que es parte de la familia, pero es una novedad para nosotros. Cree que este intercambio es una ocasión para que los jóvenes vean que la devoción al beato Basilio Moreau, a san Andrés Bessette C.S.C y a la cruz como nuestra esperanza, no es propiedad o descubrimiento del Saint George, sino que “brotan de la espiritualidad de una comunidad con una historia larga, que está repartida a lo largo del mundo y en la que muchos jóvenes reciben una formación parecida”.

Durante estas tres semanas también recorrerán lugares relevantes para la cultura occidental como el Museo del Louvre, la catedral de Notre Dame y el palacio de Versalles en París. La tercera semana el grupo se trasladará a Italia donde recorrerán Venecia, Florencia, Asís y Roma, donde participarán de la audiencia general de los miércoles con el Papa Francisco. “Los alumnos van a encontrar sitios que son lugares de belleza y ella siempre nos habla de Dios”, sostiene Michael Thomas C.S.C. Continúa: “El encuentro con la belleza que a través del arte, la arquitectura, la cultura nos abre los corazones y nos hace reflexionar y sentir cosas que no hemos sentido. Esta es una forma de comunicación de Dios, porque cuando nos encontramos con los deseos más profundos de nuestros corazones, nos encontramos con Dios”.