El sábado 20 de mayo se inauguró la nueva Casa Internacional de Formación de la Congregación de Santa Cruz, ubicada en la comuna de Peñalolén con la bendición simultánea de seis de sus depenedencias. El superior general, padre Robert Epping C.S.C. fue quien presidió la Eucaristía a la que asistieron sacerdotes, religiosos y religiosas, además de laicos que colaboran con la misión de la Santa Cruz. Anteriormente, el jueves 18 de mayo, el cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, junto al Vicario de la Zona Oriente, padre Manuel Paz, visitaron las instalaciones que albergarán a consagrados de Estados Unidos, Perú, Haití, México, Brasil, Chile y compartieron junto a las más altas autoridades de la congregación.
En un clima de fraternidad y alegría durante la misa de bendición, el superior general manifestó su deseo de que la construcción no sea solo una casa, sino un hogar en el que se aprenda unos de otros para servir más y mejor a la Iglesia. Expresó su anhelo de formar proclamadores, testigos y educadores que hagan del mundo “un lugar más centrado en Dios, más humano, más respetuoso de la dignidad de cada persona, más parecido al paraíso para la existencia humana”. Dirigiéndose a quienes habitarán la nueva casa les dijo: “Al transformarse en imágenes de Cristo sacrificado, se convertirán en agentes que contribuirán a expandir el Reino de Jesucristo, más por lo que se han convertido en este hogar que por lo que puedan realmente hacer. Jesús llamó a pescadores y los convirtió en apóstoles, santos y mártires”.
Finalmente el padre Andrew Gawrych, C.S.C., Director de la Casa Internacional de Formación, agradeció a todos quienes participaron en este proyecto, iniciado en abril de 2016. A su juicio, en esta nueva Casa de Formación los consagrados “tenemos que aprender cómo vivir, trabajar y seguir a Jesús juntos, aprovechando las diferencias en nuestras culturas e historias como un proceso de enriquecimiento que nos revela el rostro de Dios en más colores. Así, no solamente estamos construyendo una nueva casa, sino también una nueva comunidad con una apertura y capacidad para formar una comunidad y vivir una misión sin fronteras. Esta casa simboliza, representa y sacramentaliza este sueño”.